Inicio de Cuaresma – 17 de febrero de 2021
Hoy nos hemos reunido de nuevo, MIÉRCOLES DE CENIZA, día en que la Iglesia inicia la CUARESMA, una etapa muy importante en la que nos preparamos para celebrar la fiesta más grande de Jesús: la PASCUA.
A este tiempo de Cuaresma le llamamos también tiempo DE CONVERSIÓN o de CAMBIAR DE CORAZÓN. En esta Cuaresma ponemos nuestro corazón en manos de Jesús para que cambie en él todo aquello que no nos hace bien. Hemos escuchado la lectura del profeta Ezequiel (36, 26-28)
"Os daré un corazón nuevo, y pondré dentro de vosotros un espíritu nuevo. Os quitaré el corazón de piedra y os pondré un corazón de carne. Infundiré mi espíritu en vosotros para que viváis según mis mandatos y respetéis y cumpláis mis mandatos.".
Compartimos con vosotros las reflexiones que nos han ayudado a empezar este tiempo que Dios nos regala para parar y volver a empezar.
BIENAVENTURANZAS DE LA CUARESMA
Felices quienes recorren el camino cuaresmal con una sonrisa en el rostro y sienten cómo brota de su corazón un sentimiento de alegría incontenible.
Felices quienes durante el tiempo de Cuaresma, y en su vida diaria, practican el ayuno del consumismo, de las críticas y de la indiferencia.
Felices quienes intentan en su día a día ir suavizando su corazón de piedra, para dar paso a la sensibilidad, la ternura y la compasión.
Felices quienes creen que el perdón, en todos los ámbitos, es uno de los ejes centrales del Evangelio de Jesús, para conseguir un mundo reconciliado.
Felices quienes se aíslan de tanto, hacen hueco en medio de su ajetreada vida y se regalan un tiempo de calma para retomar las riendas de su vida.
Felices quienes recuerdan la promesa de Dios, quienes renuevan a cada momento su cercanía hacia todo el género humano.
Felices quienes cierran la puerta a la tristeza y al desencanto, y abren todas las ventanas de su casa a la ilusión y la solidaridad.
Felices quienes emplean sus manos, su mente, sus fuerzas por el bien de los demás y en ello encuentran el secreto de la auténtica felicidad.
SÚPLICA AL DIOS DE LA VIDA
Dame fe, Señor.
Fe en que los seres humanos somos capaces de algo verdaderamente grande. Dame fe, Señor, en que, a pesar de lo frágiles que somos, sin embargo, tu fuerza puede manifestarse en nosotros.
Ayúdame a creer en el ser humano, en mí, en cada una de las personas que cada día me encuentro.
Dame fe y fuerzas para comenzar hoy este camino de conversión.
ORACION FINAL
Te pedimos Jesús, que nos ayudes a saber perdonar a los demás, a ayudar a todos los que nos piden ayuda, a ser cada día mejores. María, a ti te suplicamos en este día para que nos acompañes en este camino de la cuaresma y no nos dejes nunca para que podamos llegar mejor a Jesús.
Para finalizar os invitamos a escuchar esta canción porque como dice la letra “queremos abrirte de par en par las puertas de nuestro corazón”.
HOY ES EL DÍA (Athenas):